Pero a la hora de enseñar a un hijo a dormir, cada uno elabora su propia teoría o toma aquella con la que más se identifica y la adapta a su propia familia.
Si bien hay infinidad de estilos para enseñar a un hijo a dormir, los mismos suelen variar entre 2 teorías opuestas: la teoría más estricta es la que expone el Dr.Estivill en su libro Duérmete Niño (que aquí y en varios lugares del planeta ha sido un best-seller, lo cual más que hablar de la adopción del método, para nosotros habla de lo preocupante que es para los padres, el tema!) y la teoría más permisiva es la que se refiere al colecho entre madre e hijo. Aquí exponemos brevemente ambas teorías. Ojalá te sirvan para definir un estilo propio a la hora de dormir a tu hijo.
Teoría del Dr.Estivill y S.de Béjar:
Las premisas del sueño infantil son:
- Pasados a lo sumo los 7 meses de vida, un bebé debe ser capaz de dormir toda la noche de un tirón, en su cuarto, a oscuras y por sus propios medios.
- Dormir bien, al igual que comer bien por ejemplo, son hábitos que se adquieren. Para enseñar a un hijo, tenemos que basarnos en una actitud adecuada (por parte de padres) y en elementos externos. Actitud adecuada se refiere al propio convencimiento de que lo que estamos haciendo es efectivamente lo que corresponde y somos justamente nosotros quienes debemos enseñarles esto. Elementos externos se refiere su cuna, un peluche o algo con lo cual esté durante la noche y no nos necesite a nosotros y el chupete.
- Para enseñarles a dormir, hay que enseñarles la diferencia entre luz diurna y oscuridad nocturna (es decir, por ej.no hay que hacer oscuridad total a la hora de la siesta, ni silencio) y también tienen que hacerlo por sus propios medios. Con lo cual, hay que dejarlos en su cuna despiertos y salir de la habitación. Como es de suponerse, el bebé llorará y entonces tenemos que entrar y explicarle que está aprendiendo a dormir solo y que el puede hacerlo, que confiamos en él (o algo parecido a esto).
- Como se supone que así y todo, seguirá llorando y le llevará su tiempo entender que no vamos a levantarlo y acunarlo ni nada parecido, entonces se adjunta una tabla de tiempos para respetar y no estar entrando a cada rato. El primer día de enseñanza, se entra por primera vez pasado un minuto, luego a los 3 minutos y luego cada 5 minutos hasta que se duerma. El segundo día, se entra por primera vez a los 3 minutos, luego a los 5 minutos y luego a los 7 minutos hasta que se duerma. El tercer día, se entra a los 5 minutos por primera vez, luego a los 7 minutos y a los 9 minutos hasta que se duerma. Y así sucesivamente, se incrementa de a 2 minutos hasta máximo el séptimo día, que es supuestamente lo que más tardan en aprender y que se entra por primera vez a los 13 minutos, luego a los 15 minutos y luego a los 17 minutos, hasta que se duerma.
- Este método supuestamente funciona en el 96% de los casos en los que se ha aplicado.
El colecho y otros métodos más permisivos:
La teoría del colecho se basa en que el dormir no es un hábito si no un proceso evolutivo, por ende todos los chicos dormirán correctamente en su justo momento y se los puede ayudar pero de forma no traumatizante, a través del colecho o el contacto físico especialmente con la madre. Las premisas son:
- El compartir la cama con el bebé, llamado colecho, permite conciliar el sueño con tranquilidad (la respiración del bebé se sincroniza con la de la madre). Hay que tomar una serie de recaudos: el colchón debe ser duro para que el bebé no quede atrapado en él y las sábanas no pueden tener lazos o cintas o adornos, para que el bebé no se lastime. Además se hace fuerte hincapié en que los padres no pueden consumir drogas ni alcohol, ni ser fumadores habituales ni padecer de obesidad.
- La lactancia materna también ayuda al sueño ya que la leche materna contiene un aminoácido que ayuda a la conciliación del sueño (efecto relajante). Pero aún con mamadera, podemos ayudar a nuestro bebé, lo más importante es la alimentación a demanda (ya que el despertar nocturno está supuestamente relacionado con el hambre)
- Si el bebé se despierta durante la noche, tienes que atenderlo y estar con él. Si es lactante, dale el pecho o la mamadera y si no lo es, acunalo suavemente hasta que se tranquilice.
Independientemente del método propio que elijas, lo importante es siempre comprobar que no está sucio, ni que ha tenido una pesadilla, que no tiene sed y que no está enfermo. Por último, una recomendación para tu elección: dormir y seguridad van de la mano.
Fuentes:
- Duérmete Niño, cómo solucionar el problema del insomnio infantil. Dr.E.Estivill y S.de Béjar
- Attachment Parenting International Foundation
- Foto: Dynamite Imagery, www.freedigitalphotos.net