Antes que nada, aclaremos que el curso de acción que se haga debe estar consensuado entre ambos padres.
1. En el jardín o los primeros años de primaria, se puede intentar empezando con períodos más cortos de tiempo y luego ir sumando de a una hora por vez. O puede ser que primero tenga que cursar sólo por la mañana, luego quedarse también a almorzar y posteriormente, hacer el turno tarde.
2. Compartir experiencias propias suele ayudar y mucho. Se puede hablar de uno mismo, de algún conocido o inventar algun personaje. Esto servirá para que tu Hijo entienda que quizás, varias personas son esquivas a algunas situaciones sólo por no saber cómo enfrentarlas y que eso se aprende (como casi todo).
3. Algo muy básico, pero que ayuda es enseñar a tu Hijo a enfrentar situaciones que no le agradan de la mejor manera posible y con la mayor serenidad. Si su problema es, por ejemplo, hablar en público (ya sea en un acto o más comúnmente, en la misma clase antes sus compañeros), le podemos enseñar a relajarse y respirar profundamente, a tratar de controlar su ocasional nerviosismo yendo de a poco (no es necesario ser el actor principal o dar una gran exposición sobre las causas de la Revolución de Mayo, si no empezar por decir una sola y corta línea o una fecha especial y por qué).
También funciona que tu Hijo se dé cuenta que si bien para vos es la persona más especial, no siempre lo es para los demás, con lo cual animándose a participar de a poco, lo puede llevar a controlar sus miedos o ansiedades, de a poco también.

4. Ajustar (un poco al menos!) la rutina de la mañana. Esto ayuda sobre todo en casos donde se tienen problemas de atención o involucramiento en las clases. La rutina debería incluir tareas fijas, como por ejemplo, desayunar en familia, lavarse los dientes y asearse, ponerse el uniforme si es el caso, preparar la mochila y la lunchera. De nuestra parte, la noche anterior tendremos que revisar el cuaderno de comunicaciones, disponer de algunas cuestiones escolares como revisar el trabajo del día o buscar alguna foto que se requiera para la tarea.
5. Por supuesto, todos los avances que tu Hijo demuestre en este sentido, tienen que ser reconocidos por vos. No es necesario hacer una fiesta, pero sí palabras de reconocimiento de tu parte, alentarán a tu Hijo a seguir aprendiendo a lidiar con estas situaciones. Y también tendremos que estar muy comunicados y conectados con las autoridades de la escuela para entender los avances que se evidencien.
6. Tengamos en claro por último, que son en general situaciones que se pueden resolver con nuestra involucración y seguimiento. Pero a veces, buscar ayudar profesional no está de más, sobre todo si la familia entera se angustia ante esta situación y no sabe cómo ayudar.
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Fuentes: The parent´s guide to psychological first aid, de Koocher y La Greca.
Lic.Silvia Naya, Psicóloga especialista en Psicoterapia familiar. Especialización en terapia familiar, realizada en el Ackerman Institute (Nueva York, EEUU)
- Foto: Graeme Weatherston, www.freedigitalphotos.net