Los beneficios de la leche materna, son incuestionables, tanto para el Bebé como para la Mamá.
Claramente para el primero, es más fácil de digerir y favorece a su sistema inmune. Para la Madre, estudios demuestran que la ayuda a recuperar el peso previo al embarazo, más rápidamente y es más práctico que preparar una mamadera (no hay que esterilizar!). Para ambos, el contacto favorece el vínculo afectivo.
Para las que no sabíamos qué era hasta que nos tocó, lo primero que toma el Bebé es lo que se llama calostro. Este es muy beneficioso, ya que actúa previniendo la ictericia (que es cuando el nivel de bilirrubina es demasiado para el Bebé) porque facilita la eliminación del meconio que es nada más y nada menos que la primera deposición que hace tu Bebé.
Luego de un plazo máximo de 48 horas, empezás a producir leche. Y en este punto es muy importante también aclarar que cuanto más esté el Bebé tomando teta, más leche producirás. Como suelen decir, cuanto más estímulo hay, más producción de leche tendrás.
La mayoría de los recién nacidos comen entre 8 y 12 veces al día, lo cual significa que pueden comer cada 2 ó 3 horas. Este ritmo puede prolongarse en el tiempo y llegar a ser muy agotador para las Mamáas. Además, está comprobado que los Bebés que toman la teta comen más seguido que los que toman mamadera, ya que la leche materna se digiere más rápido que la leche de fórmula. Es en estos momentos cuando más tenemos que recordar las ventajas de dar la teta, frente a la mamadera. No en vano, se reconoce que dar la teta a tu Bebé es dar mucho amor.
Si bien estamos de acuerdo con esta postura, también apoyamos a aquellas que no han podido o incluso no han querido dar la teta. Por qué? Porque hay otras formas de dar amor a tu Bebé, que pueden ser muy efectivas en tu lazo afectivo con él. Porque no hay que forzar determinadas situaciones, en épocas tan sensibles como lo es la llegada de un Hijo. Porque muchas incluso pueden rechazar la idea de dar la teta y sentirse (social y familiarmente) obligadas a ello, y nuestro Bebé claramente percibe nuestra incomodidad.
Es por ello, que lo que más apoyamos y buscamos, es el justo equilibrio entre dar amor a tu Hijo y no “hundirse” en el intento.
Suerte.