Si en la niñez sobreprotegemos lograremos adultos irresponsables e inseguros. Mientras que si los protegemos, le estamos dando instrumentos para que puedan defenderse en la vida y sean personas de bien. ¿Qué más queremos como padres?
Acá te pasamos algunas propuestas para poder diferenciar ambas situaciones y poder actuar en consecuencia. No siempre se nos presentan en forma clara y muchas veces nos justificamos para "proteger"...
La autonomía tiene que estar de acuerdo a la edad.
A medida que van creciendo van conociendo las consecuencias de sus acciones. Si les decimos que ordenen su dormitorio y no lo hacen, pero nosotros vamos atrás recogiendo todo lo que tiraron, los estamos sobreprotegiendo. Lógico que es más fácil levantar todo, que estar insistiéndole 20.000 veces que no dejen tirado el pantalón en el piso, que lleven la ropa sucia al lavadero, etc.
El objetivo educativo no es obedecer órdenes, lo importante es asumir nuevas responsabilidades para que aumente su autonomía. La diferencia es estar todo el tiempo sobre ellos, lo importante es que se hagan cargo, para que puedan responder por sus propios actos. Ejemplo: El vaso de agua se cayó. ¿Se cayó o cuando moviste la mesa lo tiraste? Es importante que podamos ir marcando las consecuencias de sus actos, de este modo haremos hijos, sobrinos, nietos más libres.
En la medida que los niños vayan creciendo tienen que ir conociendo la diferencia entre hacer bien o mal las cosas, entre lo que está bien y lo que definitivamente está mal.
Este aprendizaje le dará las herramientas para que cuando sean adolescentes y luego adultos puedan optar libremente por lo que quieren hacer de sus vidas.
Aprender a seguir una norma es el camino a la libertad, es poder saber que en el futuro uno también puede cuestionar, pero primero tengo que haber recibido una norma para luego poder estar de acuerdo o no. Es ser críticos con la vida.

Las normas que les iremos dando están estrechamente relacionadas con las responsabilidades que pueden ir asumiendo. Por lo tanto, colaborar con las tareas del hogar según la edad que tengan, sin poner en peligro a los chicos, ni a los objetos que nos rodean no nos van a convertir en explotadores infantiles. Sino todo lo contrario, les estaremos dando herramientas para que puedan cooperar en el futuro en otras actividades.
La responsabilidad empieza por casa y con el ejemplo:
- Poniendo la mesa.
- Cuidando a un animalito doméstico.
- Colaborando a guardar las compras del supermercado.
- Ordenando el dormitorio.
- Llevando la ropa al lavadero o poniéndola en un lugar determinado de la casa que indica que esa ropa hay que lavarla.
Algo más que te puede servir:
- Cuando tu niño, niña o adolescente cumplió con una responsabilidad: Felicitalo. Se va a sentir estimulado para seguir.
- Darle responsabilidades a los chicos les mejora su autoestima, en definitiva, les estamos diciendo que confiamos en ellos para esa tarea.
Si querés recibir más información sobre temas de Salud y Crianza, Propuestas para el Fin de Semana, Descuentos y Promociones, por favor registrate acá.
Fuentes consultadas:
- ¿Cómo te explico tus responsabilidades? ¿Cómo te explico lo que está bien y lo que está mal? / Lic. Gustavo Schujman; coordinado por Mariana Medina. – 1ed. Buenos Aires: Ediba Libros, 2009. v.1, 36p.:il.;23x23cm.-(¿Cómo te explico?/Mariana Medina)
- Lic. Silvia Naya. Psicóloga Especialista en Psicoterapias familiar Especialización en terapia familiar realizada en el Ackerman Institute for the Family (Nueva York, EEUU).
- Fotos: http://www.dreamstime.com/mother-and-son-rimagefree1435499-resi2842405 http://www.dreamstime.com/little-worries-rimagefree1740039-resi2842405