Estas son, en algunos casos, muy ciertas y en otras, no tanto,…., no es cuestión de ciencia, sino más bien de creencias populares. Está en ti creerlas (o descreerlas!).
A saber:
- llora siempre a la misma hora! Esta es la versión informal de lo que se llama “llantos vespertinos”. En muchos casos, entre el 1er.mes de vida y el 4to., los Bebés lloran al caer la tarde. Esta situación se puede volver muy angustiante, ya que no sabemos cómo solucionarla. Nada lo calma: ni comer, ni dormir (ya tranquilo puede ser difícil, imagínense llorando!), ni que hablar de dar una vuelta en cochecito (nos miran como si lleváramos una ambulancia ahí adentro). Miren, la única solución que conocemos es armarse de paciencia y dejar fluir la situación (no es algo que el tiempo no corrija…es más, no conocemos ningún adolescente que llore siempre a la misma hora!).
- me lo ojearon! Desconocidos o no tan conocidos, lo miran tanto tanto que terminan echándole el mal del ojo. Podría ser la explicación al llanto (nuevamente) que empieza cuando te cruzás con dicho desconocido en la calle, en el super, en el restaurant, en el subte, en el….La diferencia es que éste llanto no es siempre a la misma hora, sino que es siempre. Dios mio. Sabían que hay expertos en curar el mal del ojo? Es una tradición que se aprende una Nochebuena y más vale que te hagas de algún experto en tu círculo de contactos para, por las dudas, por las dudas, tener que recurrir a esta curación.
- es la angustia del 8vo.mes. Aparentemente, hacia el 8vo.mes, el Bebé entiende mejor el mundo que lo rodea. Sabe que hay personas que conoce bien y otras, nada. Sabe que hay día y noche, y puede ser que no esté tan convencido de irse a dormir. El mismo tiene más movilidad, juega solo bastante tiempo, tiene (o debería tener) una rutina bastante definida. Igualmente, llora (será posible, siempre lloran? Sí!!!!) o está muy muy molesto. Acá no hay tradición que se aprenda, la solución es más parecida al punto 1, paciencia y tiempo. Ojo, puede durar bastante, porque nadie te lo aclara pero es la angustia que empieza en el 8vo.mes y no sabemos bien cuándo puede llegar a terminar!
- le están saliendo los dientes. En este punto, realmente no entiendo por qué no nacemos con dientes. O podría ser la opción de por qué tenemos dientes. Los beneficios de la comida no me compensan la tortura que puede llegar a ser la salida de los dientes. Bebés que dormían realmente muy bien, no logran hacerlo más de 2 horas seguidas. Bebés que no lloraban tanto, no paran! Puede ser muy duro. Algunos pediatras recomiendan algún producto para calmar el dolor (entendamos también que al que más le duele es al mismo Bebé!), otros Pediatras sólo te dan ibuprofeno una vez al día. La realidad es que los dientes salen y que duelen y que el proceso puede ser rápido o lento. Con lo cual, sí adivinaste, nuevamente: paciencia!
- tiene cólicos. Este tema es de los más recurrentes y las opiniones al respecto, de lo más divergentes. Algunos Pediatras consideran que no existen directamente. Para otros, es la gran explicación. Qué son los cólicos? Son retortijones en la panza y les produce un fuerte dolor y lloran y-o están molestos. Pueden tener gases fuertes también. Pueden estar estreñidos. Lo que sí es seguro es que lloran. Obvio.
Más allá de todo, y para que vean que las dudas es parte de ser Padre y Madre, les transcribimos un texto de Larousse del Bebé que pretende simplemente acompañarlos en la ardua (y gratificante también) tarea de criar un Bebé.
“Hasta los 3 meses, tanto si se los alimenta con leche materna como si se les da el biberón, ciertos bebes lloran de forma inexplicable y periódica. Tradicionalmente, estos llantos, a menudo violentos, se atribuyen a una sensación de “malestar” relacionada al mismo tiempo con un conjunto de problemas digestivos y con las dificultades de establecer los ritmos del sueño. Suelen producirse al final de la tarde. El niño parece sufrir, aunque ha comido hasta saciarse, ha eructado y se desarrolla con normalidad. ….“No se duerme, o se ha dormido pero se despierta demasiado pronto, grita y llora con fuerza, se retuerce y palidece; está incómodo. No tiene necesariamente hambre. No hay que darle una toma suplementaria, sino tomarlo en brazos, mecerlo o aprovechar ese rato para sacarlo a pasear; el vaivén del cochecito puede calmarlo y conseguir que se duerma“…
Paciencia y tiempo.
- Foto: Clare Bloomfield, www.freedigitalphotos.net