La consistencia y el involucramiento de los padres en la vida de su Hijo es algo que ayuda al mismo a sentirse querido e importante. Y salvo que alguno de los padres tenga una conducta abusiva o peligrosa, es muy valorado por un Hijo mantener contacto con ambos padres y que ellos lo mantengan entre sí, para ir ajustándose a la nueva situación.
¿Cómo y qué le digo a mi Hijo sobre la separación?
Sin importar la edad del niño, todos tienen el derecho a saber los arreglos que se hagan y que le afecten: donde vivirá cada padre, cuando estará con cada uno. Cuanto mayor sea nuestro Hijo, en líneas generales, más detalles sobre el asunto deberíamos dar y más preguntas nos harán. Por otro lado, a niños más pequeños se les puede informar de los cambios mas próxima la fecha de los mismos.
Planear tiempo con nuestro Hijo
Los planes definitivamente dependen de la edad y el desarrollo de nuestro Hijo. Los niños más chiquitos necesitan ver a ambos padres con mucha asiduidad y que ambos estén al tanto de progresos o problemas de sueño, alimentación, hábitos de higiene, baño, enfermedades.
Aquellos chicos que ya están en preescolar o primaria, quizás no necesiten contacto tan periódico con ambos padres (igualmente, se recomienda que no pasen más de 4 o 5 días sin verlos), pero sí tienen que mantener el contacto con sus amigos, ya sea del cole, de la plaza, de fin de semana; y también tienen que poder mantener su rutina de actividades, si tuvieran algún deporte o hobby además de la escuela. Por supuesto, ambos padres tienen que estar al tanto de su desarrollo, la performance en la escuela, la tarea y sobre todo si hubiera algún tema relacionado con la conducta del niño.
Los adolescentes necesitan de otras consideraciones: tienen definitivamente que tener voz a la hora de diagramar estos temas. Además, puede ser muy fácil que los adolescentes aprovechen faltas de comunicación entre padres, con lo cual si era realmente importante antes mantenerse en contacto permanente, mas lo será ahora.
¿Como puedo facilitarle la vida a nuestro Hijo?
Como hemos dicho antes, y sin exagerar, mantener la comunicación entre los padres. Si bien los adultos pueden separarse o divorciarse, nunca lo deberían hacer de sus Hijos.
Separar las desiluciones que como adultos podamos tener del matrimonio o la convivencia, con nuestro rol de madre o padre.
Tolerar diferentes estilos al de uno mismo como madre o padre, mientras no ponga en peligro al niño y valorar lo que el otro adulto pueda ofrecer a nuestro Hijo. Cuando un niño cree que uno de sus padres no valora al otro como tal, se empiezan a preocupar por aquello que no sea valorado de sí mismo. Esto puede producir confusión, y baja autoestima.
Focalizarse en las necesidades de nuestro Hijo y no compartir nuestros problemas de pareja con él.
Fuentes:
- The parent's guide to psychological first aid, de Koocher y La Greca.
- Lic.Silvia Naya, Psicóloga especialista en Psicoterapia familiar. Especialización en Psicoterapia familiar realizada en el Ackerman Institute (Nueva York, EEUU).
- Foto: Idea Go, www.freeditigalphotos.net