A medida que transcurre el embarazo, la pareja va soñando y organizando el espacio para la llegada de un hijo. Desde pensar un nombre hasta pintar la habitación destinada al nuevo integrante, son muchos los pequeños pasos que se realizan a la espera del recién nacido.
Hay parejas que sienten haber nacido para armar una familia y otras que pueden vivir con ansiedad y temores esta nueva etapa por comenzar. No existen “receta mágicas” a la hora de prepararse para ser padres. Y es muy normal sentir vértigo a la hora de imaginar la vida con un hijo. Y es al poder aceptar los miedos, las dudas y las inseguridades que se puede comenzar a crecer en el nuevo camino que se transita.
Hablar de los miedos
Cada miembro de una pareja tiene una idea propia acerca de lo que implica ser padres. Esto es el resultado de la propia experiencia como hijos y de las creencias propias. Muchas veces se puede pensar que el otro no nos va a comprender y el silencio puede llegar a reinar en la pareja.
Preguntas como, “ Y si no soy un buen padre?”, “Qué pasa si no logro calmar su llanto?”, “Cómo va a ser?”, “Cómo voy a aprender a relacionarme con mi hijo?”, y un sinfín de otras preguntas pueden ser causantes de mucha ansiedad.
Sin embargo, si cada uno se anima a contar los miedos y fantasías que tienen en relación a ser padres y de esta manera, al poner en palabras los miedos, pierden fuerza y es al compartirlos que se pueden ver distintas formas de afrontar aquello que da miedo.
Es de gran importancia animarse a hablar de los miedos ya que por un lado es abrirse al compañero/a y por otro lado es comenzar a practicar la pareja como equipo.
Armando el camino
Fantasear, soñar e imaginar cada etapa de un embarazo son formas de ir armando el camino para la llegada de un hijo. Pensar el nombre, imaginar cómo será, pintar la habitación y armar el bolso para cuando llegue el bebé forman parte del proceso del armar una familia.
Y un proceso implica transitar y construir juntos ése nuevo camino que comienza con un positivo en un prueba de embarazo. La clave está en que cada pareja se anime a vivir y caminar juntos en esa nueva etapa.
Acá van algunos consejos para tener en cuenta a la hora de pensar y hablar en pareja sobre este nuevo camino que están recorriendo:
- Animarse a hablar acerca de cómo piensa cada uno el rol paterno y materno: el hecho de tener miradas distintas con respecto a un rol ayuda a pensar distintas opciones.
- No subestimar los miedos del otro: Muchas veces lo que para uno puede ser una pavada para el otro puede ser una pesadilla/
- Armar una lista de defectos y virtudes que uno imagina sobre si mismo y sobre el otro que se relacionan con el nuevo rol.
Pero lo más importante de todo es acompañarse como pareja y transitar juntos este camino que están comenzando.
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